El principe no iba a regresar para despertarme de mi letargo magico con un beso, al fin y al cabo tampoco yo era una princesa.
jueves, 10 de mayo de 2012
Cuántos se fueron ya, cuántos han de seguir, cuántos pueden resistir el peso de vivir. Nacemos sin pensar qué puede suceder, y morimos sin saber cómo pudiera ser.Si no hay amor, no hay que seguir, si no hay dolor, ¿cómo vas a sentir? Sólo quedan instantes secretos del mar, sólo quedan preguntas que ayudan a andar, sólo quedan tus manos sedientas de amor, sólo queda el recuerdo feliz de un adios.
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